Todo hombre y mujer que decide ingresar a las filas Primerinas acepta la misión de servir a sus semejantes, acudiendo cada vez que la sirena le llame a cualquier lugar donde alguien pida su auxilio.
Teniendo esto en cuenta, es que cada Voluntario lleva dentro de sí una llama que le impulsa a la entrega desinteresada, y muy pocas veces agradecida, de “hacer el bien, sin mirar a quien”, de manera que la Vocación y el Amor al Prójimo le alimentan para servir continuamente.
Pero este Noble Ideal trae consigo aparejado riesgos inherentes al trabajo bomberil que enfrentan a los Caballeros del Fuego al peligro, cuyo temor es sobrepasado por el Coraje y el Arrojo, pero que en ocasiones lleva al sacrificio supremo de DAR LA VIDA SI FUESE NECESARIO.
Esta entrega sublime es la que hicieron Nuestros Mártires quienes desde ese momento se convirtieron en modelo de los principios Primerinos, en Guías y Guardianes de nuestra labor y en ser los primeros en formar "Los Cuarteles Celestiales" vistiendo el rojo y blanco de la Primera.
Estas líneas sean un honor a quienes cumpliendo su Juramento son Nuestros Protectores y ejemplo de Valor, Abnegación y Entrega sin límite.
“Si el Deber me lleva a la Muerte, la Muerte me llevara a la Gloria”